Mindfulness en las empresas y en los centros educativos
Estar plenamente atentos a la plenitud de la experiencia como autoafección de sí nos permite ser conscientes de nuestra mente y sumergirnos por entero en nuestras vidas. El mindfulness o atención plena trata de abordar esta sencilla cuestión: cómo la manera en que prestamos atención al momento presente (la única dimensión real del tiempo) nos ayuda a mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo, de nuestro cerebro así como de nuestras relaciones interpersonales.
Desde la década de los 80 el interés por el mindfulness ha sido creciente y en la actualidad esta práctica comienza a implantarse progresivamente tanto en los centros educativos como en las empresas más innovadoras. Se trata de dejar a un lado la experiencia tipo «piloto automático» para pasar a ser más conscientes del propio fluir de nuestra mente. Este tránsito nos permite tomar mejores decisiones, de ahí que favorezca el cambio. Más aún, la forma en que prestamos atención al aquí y al ahora modela nuestra mente (especialmente durante la infancia y la adolescencia) y da lugar a esa especial forma de atención que llamamos mindfulness.
Son muchos los estudios de neurociencia que demuestran los beneficios del mindfulness: mejora la capacidad para regular las emociones, favorece la gestión eficaz del estrés, reduce los pensamientos negativos y mejora tanto el rendimiento cognitivo como el funcionamiento del propio cuerpo así como las relaciones interpersonales.
La ventajas de la práctica del mindfulness en las organizaciones y en los centros educativos resultan por tanto evidentes ya que favorece la gestión del estrés y un aprendizaje más placentero y funcional. El mejor ejemplo de cómo la práctica de la psicología positiva y el mindfulness está transformando la práctica docente lo encontramos en la escuela australiana Geelong Grammar School. Este centro educativo es una referencia internacional en este campo, de tal forma que nuestras escuelas harían bien en conocer su experiencia y aprender de los mejores. Asimismo, la práctica del mindfulness es de especial utilidad para los alumnos de altas capacidades. De cara al curso que viene, ofreceremos un programa específico de mindfulness para estos alumnos.
No obstante, el mindfulness no es solo de interés en el campo de la educación. La empresa, especialmente aquellas compañías de innovación tecnológica en las que la competencia de resiliencia es fundamental, pueden asimismo beneficiarse de sus ventajas. Estamos ya trabajando en esta dirección, un camino que marca una verdadera tendencia en la dirección y gestión de las personas en el siglo XXI.