¿Por qué algunos alumnos de alta capacidad presentan bajo rendimiento académico?

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1. Introducción

Muchas de las consultas clínicas más habituales que recibo como orientador y psicólogo por parte de familias con hijos de alta capacidad están relacionadas con el bajo rendimiento académico de estos últimos, un rendimiento que no es acorde a su potencial. Otra consulta muy frecuente de las familias con hijos de alta capacidad es la petición de diagnóstico asociada a algún incidente o sospecha de naturaleza emocional, social o conductual que se ha producido en la escuela o en el ámbito familiar. En este post nos centraremos en el primer tipo de consulta y analizaremos las razones del rendimiento por debajo del potencial en el caso de los alumnos con alta capacidad.

2. Alta capacidad y bajo rendimiento académico: un fenómeno complejo pero real

El bajo rendimiento académico que presentan algunos alumnos con alta capacidad es un fenómeno complejo sobre el que desconocemos algunas cosas. La primera cuestión que ignoramos es el número de alumnos de alta capacidad con bajo rendimiento (no solo entre la población diagnosticada sino también y, de manera evidente, entre aquellos alumnos con alto potencial no identificados). Tampoco conocemos con profundidad el grado de persistencia y evolución de este problema en la población de alumnos con alta capacidad (McCoach & Siegle, 2008). Algunos autores llegan a afirmar que el infra-rendimiento de los alumnos estadounidenses con alta capacidad se ha convertido en algo así como una “epidemia nacional” (Rimm, 2003). Es una metáfora que debería hacernos pensar qué sabemos de los alumnos con alta capacidad en España que presentan bajo rendimiento académico y, lo que es más importante, qué estamos haciendo realmente por ellos.

Como hemos afirmado previamente, este es un fenómeno complejo y no fácil de cuantificar. Para la inmensa mayoría de los profesionales, los alumnos con alta capacidad y bajo rendimiento son aquellos que presentan una discrepancia severa entre el rendimiento esperado, en función de su CI o de otras pruebas de aptitudes, y el rendimiento académico actual en el aula (Reis & McCoach, 2002). Pero, ¿cuál es el grado de discrepancia mínima o suficiente para establecer un rendimiento por debajo del potencial? ¿Cómo podemos medir esta discrepancia? Para ello podemos establecer la diferencia de puntuación entre dos test diferentes, uno de aptitudes y otro de rendimiento, pero dado que los constructos que subyacen a los mismos son similares y correlacionan, la diferencia de puntuaciones debe ser interpretada cuidadosamente. A ello hay que añadir la ausencia en España de pruebas de rendimiento baremadas para todo el país y alineadas con estándares de rendimiento, lo que dificulta sobremanera esta cuestión, limitada en la mayor parte de los casos a la apreciación del profesor en forma de una nota académica.

3. Causas del bajo rendimiento académico en el caso de alumnos con alta capacidad

Más allá de esta cuestión técnica, pero no baladí, las causas más citadas por la literatura científica que explican el bajo rendimiento académico de algunos alumnos de alta capacidad son las siguientes:

  • Aburrimiento en la clase; nivel de reto inadecuado para el potencial del alumno y actividades de aula tediosas y repetitivas.
  • Baja motivación; percepción de la escuela como algo aburrido, sin sentido y desconectado de la vida real.
  • Inconformismo y oposición.
  • Factores familiares estresantes o disfuncionales; conflictos familiares; bajas expectativas de los padres respecto a la importancia del rendimiento académico; inconsistencia, ausencia de límites y normas que impiden el adecuado seguimiento académico y supervisión de los hijos.
  • Expectativas de los padres poco realistas; el potencial de los hijos se percibe como expectativa evidente y cierta de excelencia académica, cosa que crea presión excesiva y carga añadida para los hijos.
  • Déficits o problemas no identificados: TDAH, dificultades específicas de aprendizaje, TEA, disincronías, falta de habilidades procedimentales y de metacognición, etc.
  • Aislamiento, depresión, ansiedad, o problemas con los iguales.
  • Presión de los iguales: deseo de ser como los demás y de conformarse con las expectativas del grupo.
  • Factores culturales o situaciones asociadas a desventaja social y económica.

Con independencia de los problemas técnicos para su cuantificación y de los múltiples factores explicativos, la cuestión central es que el bajo rendimiento de los alumnos con alta capacidad es un problema muy real.

A mi juicio, una de las claves para el cambio en la mayoría de estos casos radica en la motivación y el interés que la escuela despierta y puede llegar a despertar en los alumnos. Por eso es fundamental un cambio metodológico en nuestras aulas centrado en el protagonismo de los alumnos y en el despliegue de metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, entre otras. En entradas posteriores daremos orientaciones prácticas dirigidas a familias y profesores para mejorar el rendimiento de los alumnos con alta capacidad.

Referencias

McCoach, D. D., & Siegle, D. (2008). Underachievers. En J. A. Plucker & C. M. Callahan (Eds.), Critical issues and practices in gifted education: What the research says (pp. 721-734). Waco: Prufrock Press.

Reis, S. M., & McCoach, D. D. (2002). Underachievement in gifted students. En M. Neihart, S. M. Reis, N. M. Robinson, & S. M. Moon (Eds.), The social and emotional development of gifted children (pp. 81-91). Waco: Prufrock Press.

Rimm, S. B. (2003). Underachievement: A national epidemic. En N. Colangelo & G. A. Davis (Eds.), Handbook of gifted education (pp. 424-443). Boston: Allyn & Bacon.

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