Liderazgo y alta capacidad: un aspecto clave para el desarrollo del talento en el siglo XXI

Liderazgo y alta capacidad

1. Introducción

En este post vamos a analizar el concepto de liderazgo y su relación con algunos modelos de alta capacidad para, por último, preguntarnos sobre su papel en los programas para el desarrollo del talento.

2. Liderazgo: visión e importancia en el siglo XXI

No existe una definición universalmente aceptada de liderazgo, si bien sabemos por ejemplo que tanto la visión, como la creatividad y la conducta ejemplar son algunos aspectos claves de las conductas de liderazgo que podemos deducir del análisis biográfico de líderes importantes en la historia de la humanidad.

Por otro lado, el liderazgo es una competencia fundamental para el siglo XXI junto a la creatividad, el trabajo en equipo, la comunicación o el pensamiento crítico, pero no sabemos a ciencia cierta los rasgos que definen al buen líder (Bennis, 2003) pero sí al malo: incompetencia y corrupción (Kellerman, 2004). Es un error comprender el liderazgo como un fenómeno individual pues los líderes solo existen en la medida en que alguien les sigue para alcanzar una meta común. Ello supone que el líder debe ser capaz de generar y compartir una visión con sus seguidores para lo cual son básicas las habilidades interpersonales.

3. Un poco de historia: perspectivas basadas en los rasgos del liderazgo

El primer estudio relevante en el campo de la psicología sobre el liderazgo es el libro Hereditary genius (Galton, 1869). El liderazgo es visto en esta obra como una propiedad o atributo propio de individuos extraordinarios y de carácter hereditario, por tanto no susceptible de desarrollo mediante programas específicos. La perspectiva del liderazgo basada en los rasgos o cualidades innatas propias de los «grandes hombres» despunta en la década de los 50 con los estudios de Stogdill (1948) y Mann (1959) en los que se listan los rasgos propios del líder (Vid. Figura 1).

liderazgo

Figura 1. Estudios sobre los rasgos del liderazgo y carácterísticas

 

Entre los rasgos propios del líder que destacan estos estudios cabe destacar la inteligencia, el nivel de alerta, la responsabilidad, la iniciativa, la persistencia o la autoconfianza.

A partir de la década de los 90 el estudio del liderazgo se asocia a la inteligencia social y emocional (Zaccaro, 2002; Zaccaro, 2007; Zaccaro Kemp, y Bader, 2004). Desde este punto de vista son rasgos claves del líder la inteligencia, la extroversión, la estabilidad emocional, el autocontrol o la capacidad para resolver problemas, expresados todos ellos a un nivel de experto o en forma de alto rendimiento.

Este enfoque tiene dos consecuencias inmediatas para el enfoque de programas para el desarrollo del talento: a) el liderazgo debe ser uno los talentos específicos a desarrollar en los programa de enriquecimiento fruto de la práctica deliberada; b) este talento esta mediado específicamente por el aprendizaje de la competencia interpersonal y la inteligencia emocional.

4. El modelo WICS de Sternberg

Junto a los modelos basados en los rasgos, el modelo de inteligencia exitosa de Sternberg es el que en la actualidad tiene más implicaciones en el campo de la alta capacidad y el desarrollo del talento. El liderazgo y la inteligencia exitosa se conciben en este modelo a partir de la combinación de cuatro componentes: sabiduría, inteligencia, creatividad y síntesis (Wisdom, Intelligence, Creativity y Synthesized, WICS) (Sternberg, 2005). Dedicaremos una entrada específica a este modelo y a la comprensión de Sternberg sobre la alta capacidad.

5. Programas para del desarrollo del talento y el liderazgo

Hoy día sabemos que el liderazgo puede ser enseñado y que es una dimensión esencial tanto de los protocolos de identificación como de los programas para el desarrollo del talento más avanzados a nivel mundial (Karnes y Chauvin, 2000; Matthews, 2004) . Urge en nuestro país la puesta en marcha de acciones para la identificación del liderazgo como de programas para su desarrollo asociados al aprendizaje de la creatividad, la inteligencia emocional y la competencia social.

 

Referencias

Bennis, W. (2003). On becoming a leader. Cambridge: Perseus Pub.

Galton, F. (1869). Hereditary genius: An inquiry into its laws and consequences. London: Macmillan.

Karnes, F. A., & Chauvin, J. C. (2000). Leadership development program. Scottsdale: Gifted Psychology Press.

Kellerman, B. (2004). Bad leadership. Boston: Harvard Business School Press.

Mann, R. D. (1959). A review of the relationship between personality and performance in small groups. Psychological Bulletin, 56, 241–270.

Matthews, M. S. (2004). Leadership education for gifted and talented youth: A review of the literature. Journal for the Education of the Gifted, 28, 77-113.

Sternberg, R. J. (2005). WICS: A model of giftedness in leadership. Roeper Review, 28 (1), 37-44.

Stogdill, R. M. (1948). Personal factors associated with leadership: A survey of the literature. Journal of Psychology, 25, 35–71.

Zaccaro, S. J. (2002). Organizational leadership and social intelligence. En R. Riggio (Ed.), Multiple intelligence and leadership (pp. 29–54). Mahwah: Lawrence Erlbaum.

Zaccaro, S. J. (2007). Trait-based perspectives of leadership. American Psychologist, 62, 6–16.

Zaccaro, S. J., Kemp, C., & Bader, P. (2004). Leader traits and attributes. En J. Antonakis, A. T. Cianciolo, & R. J. Sternberg (Eds.), The nature of leadership, pp. 101–124. Thousand Oaks: Sage.

 

 

 

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